Las carillas dentales son unas pequeñas y finas láminas de porcelana, composite o circonio que se colocan en la parte visible del diente por encima.

Se utiliza para corregir dientes rotos, fracturas del esmalte, cambios de color o manchas, dientes irregulares o torcidos, dientes separados o apiñados, etc.

Permiten modificar y mejorar la imagen externa de los dientes ya que modifican el color, forma y brillo. El resultado es un cambio de sonrisa radical.

Hay diferentes tipos de carillas dentales y principalmente dependen del material con el que se fabrican.

  • Carillas de circonio: hechas de óxido de circonio, un material fuerte y resistente. Imitan casi a la perfección los propios dientes en forma, tamaño y color y son completamente biocompatibles con el cuerpo humano por lo que el número de rechazo es prácticamente igual a cero. Son trasnslúcidas, de aspecto natural, duraderas y resistentes. 
  • Carillas de porcelana: láminas de cerámica que toman la forma y textura del esmalte, se fabrican directamente en el laboratorio a medida y se unen por medio de un adhesivo especial, la unión es tan fuerte que una vez colocadas no se pueden retirar a menos que se rompa la carilla dental. Tienen un aspecto y brillo muy natural y mayor durabilidad y menor mantenimiento que las de composite.
  • Carillas de composite: se fabrican directamente sobre el diente aplicando el material composite muy similar a la resina utilizada en la colocación de empastes y se da forma de diente. Estas carillas son las más económicas y rápidas pero también ofrecen una calidad inferior ya que son más frágiles o sensibles a las fracturas y a la pérdida de color a lo largo del tiempo, además, requieren revisiones periódicas para su correcto mantenimiento, recomendable principalmente para problemas estéticos muy leves como cuando se requiere unos retoques leves o en un diente en específico.

Pueden pasar por consulta sin compromiso ninguno para que el doctor le asesore de manera personalizada y recomendándole la mejor opción teniendo en cuenta la situación del paciente y los resultados que espera obtener.